No es novedad decir que las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) y en ellas, las redes sociales han cambiado las formas de relacionarse de los individuos y por tanto, la forma en que los sujetos se desarrollan en los diversos roles que asumen en la sociedad.
En ese contexto, se requiere o se exige de un manejo de un conjunto de habilidades transversales y especificas relacionadas con la información. Tanto profesores como estudiantes requerirán manejar un conjunto de habilidades relevantes, que les permitan ubicar, seleccionar, evaluar y comunicar información; competencias necesarias que pueden ser adquiridas, desde una alfabetización, hasta una formación más compleja; todo dependiendo de la vocación o de las funciones que los sujetos necesitan cumplir o desean realizar por iniciativa personal.
La ascendente instalación de las TIC´s en los centros educativos y universidades también han provocado algunos cambios en las relaciones entre profesores y estudiantes, sobre todo, por los diferentes circuitos de interrelaciones que se dinamizan en la práctica pedagógica, en donde la información fluye en diferentes direcciones formando verdaderos circuitos comunicacionales o informativos.
Lo anterior, implica procesos cognitivos y metacognitivos, que en palabras de Chin-Chung Tsai, (2004) son importantes porque “el estudio de cognición explora cómo un individuo adquiere la información y el conocimiento. [ y que la metacognición] describe la capacidad de un individuo para reflexionar sobre sus acciones y pensamientos. De ahí, que la metacognición implica una habilidad autorreguladora por lo cual el principiante supervisa su propios procesos de aprendizaje y construcción de conocimiento”.
Sin embargo, no tenemos mucha claridad sobre la efectividad que tienen los diferentes actores de la comunidad educativa para adquirir la información (profesores y estudiantes…), tanto en los niveles de Educación Básica, Media y Universitaria y en este sentido valdría la pena preguntar: Qué tan competentes son estos estudiantes para:
1. determinar la naturaleza y nivel de la información que necesita.
2. acceder a la información requerida de manera eficaz y eficiente.
3. evaluar la información y sus fuentes de forma crítica.
4. incorpor la información seleccionada a su propia base de conocimientos y a su sistema de valores.
5. utilizar la información eficazmente para cumplir un propósito específico.
6. comprender muchos de los problemas y cuestiones económicas, legales y sociales que rodean al uso de la información , y
7. acceder y utilizar la información de forma ética y legal (Normas sobre aptitudes para el Acceso y usos de la Información en la Educación Superior, 2000).
En este marco, tenemos que mencionar que se ha venido avanzando, así lo demuestran por ejemplo, las investigaciones con estudiantes de pre y postgrado de Educación que ha desarrollado la Facultad de Educación y el Sistema de Biblioteca de la Pontificia Universidad Católica de Chile (SIBUC) y por otro lado el Centro de Recursos de Aprendizaje (CRA) del Ministerio de Educación de Chile y la Facultad de Educación de la Pontificia Universidad Católica de Chile, con estudiantes Educación General Básica. Tambien, tenemos que mencionar los talleres sobre Competencias Informativas que imparte el SIBUC, tanto a estudiantes de pre y post grado de la UC y el Tutorial Búsquedas Efectivas.
Quizas estamos en la presencia de aquellas habilidades invisibles y que pocos se hacen cargo, por ignorancia, por obvias o porque se supone que los estudiantes las deben tener adquiridas y aquí surge una pregunta ¿A dónde las deberían haber adquirido?
REFERENCIA
Chin-Chung Tsai. (2004). Beyond cognitive tools: the use of the Internet as an epistemological tool for instruction. British Journal of Educational Technology. 35 (5), 525-536.